lunes, 25 de enero de 2016

Fuego









Sin control, sin apegos.
     Como en el arte, como un juego.
                  La locura en los resquicios. El desquicio. 
                                                                          El miedo.



F.R.R.

domingo, 14 de junio de 2015

A partir









…me da la impresión gigante de que persistir en esta combinación significativa de letra, barra espaciadora, tecla de coma,  punto y enter, suena estratégico y es casi igual que luchar por un mundo nuevo democratizando el aire acondicionado, como una música que no sé pero sabré de quién es cuando se termine y permita que el silencio bien cerca me ensanche la mirada, amalgamando monólogo interior con escritura, demarcando una joya perdida, la pretensión de mantenerse a flote alrededor del caos…  

…el arte de combinar palabras puede convencer a cualquiera de cualquier cosa, por eso los escritores son tan peligrosos como los artistas, se sabe desde siempre, perogrullada pura y la mayoría no se da cuenta, se instaura una ficción a cada momento que el lenguaje se despliega, pero cómo van a decir eso…

…el aire pasa por entre medio, convencido de que la queja no sirve si no es para buscar y saber que las cosas que hay que esperar están ahí e incluso nos han prestado un apoyo sin condiciones…

…para eliminar la atención a rumores que acusan creyendo que denuncian lo que está mal a propósito y funciona a propósito así…

…en tanto que, sin sapiencia, se conoce de todo, se arma una ficción a medida, que sostenga el universo y la perplejidad, con vientos moderados que equilibren el convivir entre la opinión y la ciencia, la razón y el instinto, la doxa y la episteme, cuando llueve y por momentos para, en la noche incendiada de flores cayendo…

…fijate que está incendiada de flores la noche… respirá profundo y entregá la vista a las espinas sueltas… una hemorragia de cielo entre las nubes… grabalo para Internet, al under de las redes, esa fuga de exitosos que navegan como tiburones perturbando la cadena alimenticia, quedando para atrás, escabio, del culo, en el chat del bajón inocuo y la cita pretenciosa, quemada y stereo, sacada de la confitería de las huevadas sin caligrafía que sedimenta aforismos obvios…

…en serio pretenden transformar esa impronta, señores terapeutas? La subjetividad no es así de plástica…


F.R.R.


Palabre río









1

Dialéctica es entredicho. Espíritu de combate. Algo no mejor que vivir enajenado pero menos cobarde. Entre preguntas empantanadas avanza mi tortuga vida con su caparazón de signos.



2

Las mejores mentiras son las que antes que nadie se cree el mismo mentiroso, sea física cuántica, o el inconciente, o una fe que nos mueva. El hombre cree en algo para no morirse.


3

Tanto el cristianismo como el budismo nos postulan la muerte del ego. Es como una guerra de ficciones: la muerte del cogito para realizarse.


4

Las experiencias dan saberes, la imaginación un pasado consentido con sentido.
Una asociación de recuerdos que no es lo mismo que una sucesión de ideas.
Cuántas lágrimas no se lloran al saber que nada se sabe
y que la razón entorpece el fluir.


5

Asumo que no soy un hombre práctico que toma decisiones y que mi existencia se desplaza como una bola enorme de piedra y tierra compacta que hay que empujar con mucha paciencia como Sísifo.




6

¿Qué sentido consentido siente mi simiente sin consentimiento mío si miento sin sentido y con sentimiento?


7

Yo tampoco estoy seguro de nada, no tengan miedo de rechazarme. No hay que aferrarse ni depender, mayor riesgo es quedarse quieto por miedo a ser libres y gastar la energía especulando consecuencias, gateando en la duda y rechazando a las personas que no saben reprimirse ni pedir permiso para decir lo que piensan con carnadura y sin filtro, incendiarios que dan mecha ante una cofradía que saben siempre toparse para celebrar. Ensayan y aprenden para no arrepentirse mañana, practican ser y amar sin reservas y no aparentan para ser amados.


8

No sabe darse cuenta si: está enamorado pero no quiere estarlo, o si: no está enamorado pero quiere estarlo. Sufre por amor para estar cerca del amor de alguna manera. Peor es la guerra, o el hambre, o dormir en un hospital siendo un niño que espera para seguir viviendo.


9

Para ser valiente hay que tener miedo, suspirar el tiempo que se acurruca en los huesos y saber que todo es cíclico.




F.R.R.

Cristal fisura








Diez

Qué llevan los poetas escrito en la frente
mientras ven el mundo de acontecimientos fríos
igual que un metal cortante
lacrado y de mango fósil

Porque no conocen
a su interior que sale y les cuenta cada tanto (cada gol)
con el chasquido de barrio la vida a la intemperie y al fondo para
expandirles la mente
súper vivencia del más apto en la sien de la calle
entre pito y flauta una joda piola

y caretean
y piratean
son más pillos
van medio a jipearla




Nueve

Cuántos nombres tiene la virgen
mientras desata los nudos a pleno con una llave de emergencia
su documento triplicado como el de las estrellas
María a pleno
sin firma ni aclaración



Ocho

Marihuana: un porro
Cocaína: la merca
La gorra: los canas
El paco: pasta base
deja manija
te deja fisura

los transa
los narcos
el diler

los mula
que transportan
como se transporta a la virgen 
a pleno




Siete

se sabe que el tema no es el insecticida sino para qué lado quemás la
neurona
se sabe que estar duro es tener la mandíbula como un balcón hacia el
abismo 
se sabe que hay fisuras que sólo cubre el Poxi-Ram




Seis

El loco es el distinto: el desmoldado pegándole al molde

Estado normal: no existe 
dedos de frente: dos
pero qué carajo llevan escrito como un gesto, en la frente, los poetas?




Cinco

El Mundo: un circo, un teatro.
Normalidad: circense, careta.




Cuatro

La poesía existe gracias a un pudor desperdigado como la peste en el orbe
repleto de máscaras,
pudor que pervierte pensamientos y actos puros y, ambiguamente,
segrega el musgo del arte vivo

El poeta no se esconde,
busca más bien entre las patas de la silla telarañas de un momento eufórico
o montañas hacia un silencio de purgatorio enterrado en las alturas,
no se escapa de la fluctuación entre esperanza y posterior cansancio
porque sólo en ese vaivén silvestre es urgente y real
y sabe perderse y quedarse muy solo.



Tres

La estabilidad es una mentira de Platón para matar a los artistas,
una forma inmensa que no ve sus sombras
porque la encierra la oscuridad.




Dos

En distintos lugares
dos parejas prenden un rincón de la noche 
con idéntico fuego
en la búsqueda del mismo ancestral milagro:

La mujer acaricia la cabeza del hombre
El hombre le besa los labios

Dejan de pensar y de hablar, se hablan otra lengua
Hacen lo excesivo de manera violenta
… los misterios del placer




Uno

lo pasado al hombro de los hombres 
parece una posta entregada en el vientre, de genes a hijos:

se transporta 
lo mismo que los mula
pero a los hijos
hacia adentro
sin pruritos
con vergüenza 
de no saber 
de saberlo 
cuando grita 
el interior




Cero

descontento el grito alumbra
como un gol de lucha contra el ángel
que rescata lo callado que nos pone en riesgo 
con eso mismo que llevan a fuego en la frente los poetas


o los cínicos


F.R.R.





jueves, 23 de enero de 2014

Título causal de algo






La supervivencia del título causal de algo llamó una vez a desarrollar la arquitectura de cierta manera casi respetuosa y sin estas virtudes juzgadas según el profesor de la cátedra del mismo libro capaz de poder comunicar efectivamente que estamos sobrecargados de información y podemos jugar juegos de Internet hábilmente en el mundo del sentido común de los monos que es enorme y no se limita a las capacidades de la buena noticia de los humanos con educación normativa hacia el futuro agregando saludos afectuosos y pidiendo algo original para decir.


F.R.R.

Receta







Esta es, de mis cosas raras, la más rara tal vez de todas. No debe leerse con voz de misterio al estilo Borges cuando en una entrevista cambió su coloquial tartamudo por una voz declamatoria para recitar: “la meta es el olvido...”; sino con voz ida y tremebunda al estilo Fogwill cuando en la publicidad de una reconocida marca de agua teñida su dicción bien colocada pronunció: “¡que vivan los malos poetas!”

***

Así, pues, antes de escribir estas líneas, la más rara tal vez de mis cosas raras aunque eso sea a lo mejor discutible, decidí no masticar bajo ningún punto de vista mis impresiones. Tal acción (la de rumiar, digamos) supondría más una espera que una búsqueda lo cual se me antoja un método tardo, insano y farsante. Algunos objetan este tipo de procedimientos por creerlos producto de una carencia intelectual asumida, señores o señoras que pretenden que escritor y pensador debieran ser lo mismo y encogen entonces la palabra a una mera herramienta de la industria multinacional de ideas forzando a la literatura a una conducta filosófica que debe rendir cuentas frente a los hechos del mundo. Pero lo que voy a hacer ahora es deslizar simplemente la pluma (por soslayar los cubitos deformes del teclado informático) y escurrirla en la nada como brocha sobre un lienzo, sin cuidados ni temores. No dejaré de pensar porque tal cosa es imposible, mas los resultados no atosigarán ninguna lógica como sí perseguirán, no obstante, la originalidad del escritor que vengo a ser… Sin hacer nada, pero nada de nada más que observar las constelaciones, aparecieron como una zarza ardiente los tres pilares que aquí detallo:

·                    Escribir lo contrario a la ocurrencia inicial (siempre bajo la ley de la improvisación). De esta forma no incurriré en lo común y corriente de la mente humana —de la mía—; por el contrario, lo que resulte o comience a surgir presumirá originalidad de mi parte.
·                    No forzar una historia. (No anularla, empero, si se llegase a lograr). Significa que no me retrazaré tratando de darla a luz como la mayoría de las veces antes de ponerme a escribir. Es decir, dejar lo propio a la negligencia, destino, suerte, bendición.
·                    Beneplácito de violar los dos puntos anteriores en el momento en que se vislumbre en la inventiva una historia, o ensayo, o cualquier forma o tipo que se haya divisado o dado indicio. Este último es claro, no requiere explicaciones adicionales.

Ignoro la índole de lo que escribiré poniendo en práctica estos patrones, pero que inicie la tarea.

***

Ahora son las constelaciones las que me observan. Tengo que negar lo que acabo de decir: La receta. Lo que escriba a partir de sus afirmaciones revelará que la idea final no existió nunca en la inventiva del autor y pondrá en duda su talento.

***

Al leerse, verbigracia:

Debajo de la terraza oscura, podía
cubrirme del invierno
que mojaba y congelaba los débiles pastizales…

sabrá el lector que la idea ha sido esta:

Sobre la terraza clara, no podía
cubrirme del verano
que secaba e incendiaba los fuertes pastizales…

El segundo pilar es el único que tiene la característica de ser, digamos, intocable, puesto que propone la no necesaria intención de una historia, pero no la prohíbe, por lo cual, ante este punto, el lector será indiferente, simplemente leerá. Quizá, incluso, el segundo pilar debiera ser expuesto para engrandecer al escritor, porque tienta al lector a volver sobre el texto con mayor cuidado cualquiera sea el método (con o sin el primer pilar).
En cuanto al tercer punto, su presencia —antes del texto— es inútil; a nadie le interesará en qué momento dilucidó el escritor la posibilidad de volcar el principio a un nudo no previsto y a un desenlace impensado. Tampoco le importará que el cambio de rumbo y anulación de las dos primeras pautas se haya llevado a cabo si nunca ha sabido de la existencia del primero —si éste no es develado—...

***

Acabo de darme cuenta: en realidad la receta completa no lo descubre todo sino sólo el pilar número uno. Usted se habrá dado cuenta de que se hubiese ahorrado tanta charlatanería no promulgando el mismo.

Usted tiene razón.

***

Usted habrá notado que no tengo nada para contar cuyo contenido sea de interés.

Tiene usted razón.

***

Acaso esta sinceridad absurda fastidie y geste un desdén implacable hacia lo que está leyendo.

Tiene razón. Usted.

Yo, desde mi raro lugar de constelaciones, me animo y les arrojo virtualmente una receta (las hay para todo) que alguno ¡seguro! se verá tentado a usufructuar del mismo modo usufructuante en que tantos literatos usufructuaron los juegos que las vanguardias en busca del poema supieron arrojarles, no me refiero al cadáver exquisito cuyo ingenio se asienta en una ronda de participantes, para participantes en este texto tengo a Jorge Luis y a Rodolfo Quique, sino me refiero más bien al otro juego íntimo, el dadaísta, del periódico y las tijeras recortando palabras concienzudamente aunque el vulgo no lo comprenda. Alguno agradecerá esta diminuta receta y alguno querrá olvidarla puesto que ¡ya lo dijo Borges aquí al comienzo! o porque no concuerde con el tremebundo Fogwill colocado, a pesar de su voz.



F.R.R. 



Gente sin códigos







La gente no usa signo de pregunta al escribir una pregunta. ¿Por qué? Porque la gente piensa que las preguntas se entienden por sí mismas con sólo enunciarlas, pero si vemos el comienzo de esta oración encontraremos un claro ejemplo de que no siempre es así. Los que así escriben, así leen también preguntas donde no las hay. El genocidio de los signos de pregunta genera más de un malentendido y es uno de los casos más evitables. Salvemos a los signos de pregunta.


(¡Y las comas! ¡Salvemos a las comas!)


F.R.R.